martes, 19 de mayo de 2015

Como mejorar la comunicacion no violenta en nuestros dias



En estos tiempos tan convulsos a nivel político y social, cuesta mucho más hacer valer la comunicación pacifica y resolutiva frente a quienes predican la comunicación violenta o la imposición de criterios ya bastante caducos que no ayudan a dilucidar nuevos horizontes. 

En cuanto me propusieron un regalo para mi 44 cumpleaños, no dudé: quiero un libro sobre mediación o comunicación empática y una querida amiga hizo lo propio, dándome a elegir y seleccioné "La comunicación no violenta, un lenguaje de vida" de Marshall Rosemberg, educador y mediadorpues me atrajo su simplicidad a la hora de exponer los contenidos.

En sus trece capítulos atraviesa todos los estadios desde la Ira, el uso de la fuerza, la empatía, el uso del lenguaje, como observar sin evaluar, a identificar los sentimientos y expresarlos y un largo etcetera.En definitiva el autor plantea con gran coherencia una serie de pautas y habilidades, con ejemplos incluidos, con la intención de colaborar con el camino personal de cada lector.

Yo me voy a centrar en un aspecto no menos importante como es el liberarnos de nuestra vieja programación, a eso que se han llamado el "desaprender". El condicionamiento cultural nos ha labrado casi a golpe de fuego no nos ha dejado espacio para replantearnos en nuestra conciencia  aquellas necesidades reales que no hemos podido detectar; las masas, según Marshall fueron educadas  para ser dóciles y someterse a la autoridad, incluso se tacha de egoístas a quien expresa sus necesidades  y que utilizar el pronombre personal "yo" supone un uso inapropiado o con necesidades internas no resueltas mal visto.

El autor plantea  reconocer dichas necesidades  que dan forma a nuestros sentimientos y a expresar  abiertamente  en un lenguaje de acción  claro a través de lo que el llama el CNV o comunicación no violenta. Escuchar nuestros propios sentimientos y necesidades y empatizar con ellos puede liberarnos de episodios como la depresión.

A través de  la CNV se puede superar pensamientos propios llenos de crítica, culpabilización o rabia, y nos lleva a adoptar un estado mental más apacible al alentarnos a centrarnos más en lo que verdaderamente deseamos que en lo que está mal en los demás o en nosotros. Cuando escuchamos nuestros sentimientos y necesidades mitigamos el estrés como también lo es empatizar  con los otros.

Prosigue el autor detallando este sistema de comunicación no violenta CNV aplicado a campos como la psicoterapia, el trabajo social, la psicología  y que ésta enriquece la comunicación interior al ayudarnos a transformar los mensajes internos negativos en sentimientos y necesidades. Puede entonces reconocerse que en todas nuestras acciones existe un componente de elección.

El agradecimiento es un componente muy ilustrador en otro de sus capítulos pues durante mucho tiempo se consideraba algo muy favorable ; lo que nos dice el autor que el agradecimiento también es un juicio y aunque sea positivo puede alienar a quien lo recibe. La idea que subyace a su trabajo es que hay que trabajar con destreza esta habilidad  y que debe usarse para celebrar y no para manipular, sin esperar nada a cambio, la única intención que debe resaltarse es la de celebrar la manera en que otras personas enriquecieron nuestra vida y plantea varias pautas para decir "gracias " desde esta nueva óptica, se trata de recibir el reconocimiento sin sentimientos de superioridad ni falsa modestia.

En definitiva la CNV se basa en las habilidades relativas al lenguaje y al comunicación que refuerzan nuestra capacidad se seguir siendo humanos incluso en las condiciones más extremas. No se trata por tanto de nada nuevo: hace siglos que se conocen todos los elementos de ésta. El objetivo final es que seamos capaces de recordar algo que ya sabemos- de que modo hemos de relacionarnos los seres humanos- y que vivamos de una manera que manifieste abiertamente este conocimiento. El método es simple, pero su poder de transformación es extraordinario. 

El proceso de la CNV se realiza a través de cuatro componentes:
1. Observación: actos concretos que observamos que están afectando nuestro bienestar
2. Sentimiento: cómo nos sentimos en relación con lo que observamos
3. Necesidades: las necesidades, los valores, los deseos, etc, que dan origen a nuestros sentimientos
4. Petición: las acciones concretas que pedimos para enriquecer nuestra vida.

Son muchas las pautas que se esgrimen en este interesante libro, para quien quiera profundizar desde una mirada mediadora al interior, finalizando con una frase que Marshall R. detalla en su primer capitulo "dar desde el corazón":

"Lo que quiero en la vida es compasión
una corriente que fluya entre los demás y yo,
basada en un mutuo dar desde el corazón"

Más info:
Libro: Comunicación no violenta, un lenguaje de vida. Desarrolla habilidades para relacionarte en armonía con tus valores.  Marshall Rosernberg, PH.D. Gran aldea Editores. 2013.







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