Febrero. 2017. Autora: Silvia Velasco Navarro. Mediadora
antidesahucios.
El pasado mes de Noviembre (2016) se publicó el estudio enfocado con una
perspectiva cualitativa “Te quedarás en
la oscuridad, Desahucios, Familias e Infancia desde un enfoque de Derechos”
redactado por Enclave, la PAH de Madrid y Quiteria. Muestra a través de los
ojos de los menores y sus familias la percepción y sentimientos que les ha
producido no solo la pérdida de la vivienda sino el proceso largo, bien sea de
una vivienda pública o privada o un alquiler y ver el impacto en sus vidas.
Y este es el primer trabajo en profundidad que enfoca hacia los niños y niñas
sus visiones del conflicto, y es que en 2013 el Comisario europeo de derechos
humanos ya alertó sobre la vulnerabilidad de los menores en los procesos de
desahucio señalando “los altos niveles de estrés y sus repercusiones en las
vidas cotidianas, conduciendo a la exclusión social de las personas afectadas,
incluidos los niños”
También indicaba el Comisario que había padres y madres que no acudían a Servicios Sociales a pedir ayuda por miedo a que interviniesen y les quitaran la custodia de sus menores.
También indicaba el Comisario que había padres y madres que no acudían a Servicios Sociales a pedir ayuda por miedo a que interviniesen y les quitaran la custodia de sus menores.
El código civil indica en su art. 172, que dependiendo de la gravedad de la
situación puede ser una situación de riesgo o desamparo, siendo ésta última
motivo para la suspensión temporal o indefinida de la patria potestad. La cuestión
de la pobreza o la falta de recursos materiales podrían ser suficientes para
revocarles la tutela a los padres, podría ser una cuestión encima de la mesa de
muchos despachos de atención familiar (ETF o UTS de cualquier ciudad en
Departamentos de Servicios Sociales Comunitarios). En los juicios de desahucio
no interviene el Ministerio Fiscal, a pesar de estar en riesgo en interés del
menor.
Otra investigación que debe señalarse es la realizada
recientemente por Cruz Roja
sobre la situación de la infancia desde la perspectiva de los niños en situación de vulnerabilidad social; en su breve apartado sobre vivienda, que lleva por título “Estabilidad residencial” (sic) indica que: “el 17% de chicos y chicas ha perdido la casa recientemente y se ha tenido que mudar” pero no entra en mayores detalles ni explica las causas de esa pérdida de la vivienda, como indica el estudio mencionado.
sobre la situación de la infancia desde la perspectiva de los niños en situación de vulnerabilidad social; en su breve apartado sobre vivienda, que lleva por título “Estabilidad residencial” (sic) indica que: “el 17% de chicos y chicas ha perdido la casa recientemente y se ha tenido que mudar” pero no entra en mayores detalles ni explica las causas de esa pérdida de la vivienda, como indica el estudio mencionado.
Quienes lo conocen de cerca no albergan dudas de que un
desahucio, como pérdida abrupta del hogar, desestructura la vida cotidiana de
las dinámicas de una familia y, en la mayor parte de las ocasiones, las deja en
la calle al no disponer de alternativa habitacional. Cabe esperar entonces que
el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes se vea alterado por esta
vivencia traumática, no sólo por la alteración al interior de la familia, sino
también en la escuela, en su barrio y en el entorno comunitario, señala el estudio.
En las conclusiones finales del trabajo se recomienda:
1) Seguir profundizando en las vivencias de los menores que sufren
los desahucios y la pobreza infantil derivado de este conflicto
2) Se constata en el informe la permanente violación de derechos de
los niños y niñas, pues se vulneran los derechos de éstos (que en los tratados
que tiene firmado España debería proteger), haciendo de la normativa un “papel
mojado”.
3) Existe una desconexión abrumadora entre el reconocimiento de
derechos en tratados internacionales y la Constitución (artículo 39.4) y la
práctica judicial diaria, que los desconoce e incluso llega a impedir su sola
alegación como motivo de oposición al desahucio y deberían tenerse más en
cuenta las circunstancias socio-familiares de las personas afectadas por un
desahucio como elemento de valoración judicial obligatorio en todos los
procedimientos.
4) Existe una invisibilización real de los niños, niñas y
adolescentes como víctimas directas de los desahucios. Esta invisibilización se
traslada a los ámbitos legislativo, administrativo y judicial, donde la
práctica diaria carece de mención sobre sus efectos sobre la infancia. Por el
mismo motivo, no existen estadísticas ni estudios desde las instituciones al
respecto. (se deberían incorporar mecanismos de empoderamiento legal a menores
en dichas situaciones).
5) La inclusión de la perspectiva de género, pues en el estudio que
se indica aquí, se ha constatado un evidente liderazgo de la mujer a la hora de
dar el paso para acudir a la PAH o pedir ayuda a instituciones públicas/privadas
(servicios sociales, ONG,s) como por su compromiso por el trabajo colectivo.
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